Los martillos pilones o martinetes MP NARGESA, son fabricados en chapa de acero soldado y mecanizado. Se utilizan en muchas herrerías para fabricar todo tipo de piezas para la forja ornamental facilitando el trabajo de moldear el hierro en caliente. Utilizando diferentes últiles, embuten, moldean, cortan, agujerean, remachan, estampan, etc todo tipo de metales.
Los Martillos Nargesa están fabricados con dos pistones gemelos, uno trasero empujado con una leva y una polea mediante un motor eléctrico que lo convierte en un compresor. De esta forma ahorramos aire y es la misma máquina la que lo produce. Y un pistón delantero que es el que acciona el vástago para ascender y descender de forma controlada. Los pistones están comunicados entre sí por una válvula que controla el movimiento y el recorrido. Este sistema es el más complejo pero el más efectivo y preciso en el momento de trabajar.
Antiguamente la mayoría de los martillos eran de fundición, el problema principal eran las grietas que se ocasionaban en algunos modelos, muy difíciles de reparar. En Nargesa desde un principio lo tuvimos claro chasis de acero soldado, mucho más resistente, diseñado para que no se puedan ocasionar grietas ni fisuras durante su uso.
Las aplicaciones son infinitas, tal como dice el nombre es un martillo, pero con mucha fuerza que el operario no tiene que ejercer directamente. Hay aplicaciones en frio como marcar, moldear, imitando piezas antiguas o en caliente mucho más usual como remachar, agujerear, soldar a calda, comprimir el hierro, cortar, doblar, cambiar de forma y espesor hasta conseguir la forma deseada.
Gracias a un sistema de anclaje con unas sufrideras todas las herramientas que pueda fabricar el mismo herrero son compatibles con el martillo Nargesa PH50. El mejor material utilizado para fabricar herramientas es el acero 1.2344 / AFNOR: Z40CDV5 / DIN: X40CrMoV5-1 / UNE: F5318 / AISI: SAE H13 / SKD61 / 45Cr5MoSiV. Es un acero para trabajar en caliente sin dañar el utillaje o matriz. De todos modos se pueden fabricar utillajes con cualquier tipo de acero con un tratamiento posterior.
El mantenimiento es mínimo, mantener el recipiente de aceite de la auto lubricación lleno, y verificar el ajuste de las correas 2 veces al año. Hay diferentes seguridades en los martillos Nargesa, hay una palanca de accionamiento mecánico que inutiliza cualquier movimiento la máquina para poder cambiar los moldes de forma totalmente segura. En caso de una anomalía el martillo Nargesa está diseñado para que el descenso del vástago delantero sea muy lento sin posibilidad de causar ningún daño. Hay una protección delantera ajustable para evitar proyecciones directas al operario, paro de emergencia etc…
Los martillos de simple efecto normalmente están accionados por una leva u otro sistema que levanta el peso y lo suelta sin control, a diferencia de los de doble efecto accionados neumáticamente en el que el operario tiene todo el control de la bajada.
Los de simple efecto fueron muy populares en la antigüedad, donde se utilizaban para muchas aplicaciones que no eran para el metal como moler grano.
La principal característica por la que se clasifica la potencia del martillo es por el peso de la maza. Y lógicamente por la velocidad de accionamiento de la misma. Es por eso que los martillos de doble efecto que llevan el compresor incorporado por aire son mucho más eficientes que los de simple efecto.
Se pueden trabajar todo tipo de materiales férricos. Latón, bronce, oro, plata etc. El más usual es el hierro o acero de diferentes nomenclaturas. Y la forma de trabajar más común es en caliente, ya sea por una fragua de carbón, por inducción o por horno de gas.
El martillo se inventó en el siglo 14. Entonces se utilizaba para moler grano, triturar piedras… finalmente en el siglo 19 revolucionó el mundo industrial utilizándose para trabajar el hierro y aumentar su productividad. Son máquinas muy antiguas que han seguido una evolución a mejor. Los martillos Nargesa puede durar generaciones, es una maquina sobredimensionada de muy simple fabricación. Actualmente hay martillos que fueron fabricados en los años 60 y 70 que siguen en activo sin ningún problema.
Los martillos son más de impactos consecutivos con una fuerza relativamente pequeña, en cambio la prensa desciende de manera mucho más lenta, pero ejercen una fuerza muy superior pudiendo llegar a miles de toneladas.
Cada una tiene una aplicación diferente, en la mayoría de los casos muchos clientes disponen de las dos máquinas para aumentar la producción.
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